Es preferible utilizar un aceite nuevo, limpio, que no aporte sabores de otros alimentos.
Sin embargo, como en Sandúa practicamos #noaldesperdicioalimentario no dudes en reutilizar un aceite ya usado. Para ello, debes conservarlo en buen estado. Lo más importante, filtrarlo después de su uso, ya que los restos de comida y posos se queman una y otra vez y son perjudiciales para la salud. También, es necesario que lo guardes en un envase opaco, metálico o cristal oscuro, y alejado de luz y calor.
Un aceite de oliva virgen extra se puede reutilizar varias veces, siguiendo estas indicaciones, pero si ya ves que da mal olor o espuma, es mejor que lo tires, reciclándolo en un contenedor específico.
- No mezcles aceite de freír pescado con los de freír carne. El sabor pasa al alimento y te puede estropear el resultado final.
- El mejor aceite para freír depende de cada alimento y de tus gustos. El aceite de oliva virgen extra es un puro zumo de aceituna con alta resistencia a las temperaturas elevadas y se puede reutilizar sin que pierda propiedades.
También hay quien prefiere que el aceite no aporte sabor. En este caso el de orujo de oliva o girasol alto oleico son otros de los mejores aceites para freír. Por ejemplo, suelen ser los aceites que se utilizan para freír patatas.
- Reboza o empana el alimento justo antes de freírlo. Si dejas que pase un tiempo, especialmente si es a temperatura ambiente, el rebozado chupa la humedad del alimento y se formará una pasta que no va a quedar bien.
- Rebozar o empanar son técnicas distintas y la elección depende del tipo de alimento. Carne, pescado, etc. En cualquier caso, un alimento rebozado o empanado consigue que el calor del aceite no lo seque y tampoco chupe tanta grasa, de esta manera el resultado final será menos grasiento y más crunchy.
- La cantidad necesaria de aceite para freír está en que cubra el producto. Así logras un frito uniforme y darle la vuelta.
- La temperatura es esencial a la hora de freír. El aceite debe de estar caliente, pero que no llegue a humear. Eso significa que se está quemando y no es sano que llegue a este punto. 180º es la temperatura ideal, si tienes termómetro de cocina. Sino, echa una miga de pan y en cuanto empiece a dorarse, ya tienes el punto de fritura ideal.
- Freír comida congelada es muy habitual. No la descongeles, sino el agua que sueltan hará que el aceite se estropee y salte. Fríelos directamente del congelador.
Con los alimentos no congelados, es importante que estén secos, por el mismo motivo.
- Intenta que la comida se fría de forma rápida. Cuanto más tarde en freírse, más aceite absorberá. Lo que conlleva una aporte de calorías extra innecesarias.
- No amontones los alimentos en la sartén. Además de que enfría la temperatura del aceite, lo que prolonga el tiempo de fritura y el rebozado se rompe y estropea el resultado. Colócalos de tal forma que haya espacio entre ellos.
- El truco para freír patatas consiste en hacerlo en dos etapas. En la primera, das un golpe de fritura a las patatas, con un aceite no muy caliente. Las retiras y una vez frías, las vuelves a freír a una temperatura más elevada, para que queden crujientes.
- Escurre el alimento después de freír sobre papel absorbente, sin amontonar, de uno en uno. Es la única manera de que no queden aceitosos y de que el rebozado no se pegue de uno a otro.
- Lo ideal es comer los fritos calientes, sobre todo si tienen queso por ejemplo, para que quede derretido al partirlo, o bien esa bechamel casi líquida de una croqueta en su punto. Pero, para gustos los colores, y realmente no hay horarios para consumir un buen filete de pollo empanado, por ejemplo.
Una vez conocidos todos los consejos para saber cuál es la mejor forma de freír, sólo te queda elegir el tipo de aceite. En nuestra tienda online tienes todas las variedades y al mejor precio. Y te los llevamos a casa con portes gratis, por 50€ de compra. Aprovecha la oferta!