Nuestras ciudades están llenas de restaurantes de comida internacional que siempre es divertido probar. ¿Qué tal si también le damos ese toque exótico a nuestra cocina y nos decantamos por introducir cosas nuevas?
El kebab de pollo es una receta sencilla, que encantará a los niños y a cualquier invitado, y que si la hacemos en casa tenemos la seguridad de que todos los ingredientes serán sanos y saludables.
Os ponemos en antecedentes. El témino Dóner Kebab, aunque aquí sea más conocido como Kebab, significa carne a la parrilla que da vueltas y su introducción en Europa, se debe a la influencia de los emigrantes norteafricanos y turcos.
El Döner Kebab es un plato tradicional turco, que tiene su origen en zonas de Medio Oriente y regiones vecinas y que consiste en láminas finas de carne, pollo, cordero o ternera, cocinada en un asador vertical, y que se consume en una tortita de pan plano o pita, junto con vegetales y alguna salsa de acompañamiento.
La única diferencia entre un Döner Kebab y un Dürüm Kebab es el tipo de pan en el que se sirve. El Döner tiene un pan de pita abierto y relleno mientras que el Dürüm es una tortilla de trigo delgada enrollada sobre sí misma, pero con los mismos ingredientes.
Ingredientes del Durum Kebab de pollo:
– Una pechuga de pollo
– Tomate natural maduro, uno o dos
– Una cebolla normal o dulce, al gusto
– Hojas de lechuga o rúcula
– Un diente de ajo
– Un yogur griego
– Dos cucharas de mayonesa
– Zumo de limón
– Ras el hanout
– Pimienta negra molida
– Sal
– Aceite de oliva virgen extra Gran Selección Sandúa
– Tortas de Kebab de tamaño grande que puedes encontrar en el supemercado
Receta original del Durum Kebab de pollo
Antes de comenzar a preparar el kebab, debemos dejar marinar y sazonar la carne, pechuga de pollo durante dos o tres horas.
Empezamos cortando la pechuga de pollo en trozos y le quitamos los restos de grasa que pudiera tener. Salpimentamos y vamos a preparar el marinado para que la carne coja todo ese sabor.
En un recipiente ancho, para que la carne quede extendida, echamos una buena base de aceite de oliva virgen extra Gran Selección Sandúa. Es importante que el aceite de sea de calidad, porque le va a proporcionar gran parte del sabor y del carácter saludable al plato. Después añadimos las especias del kebab: comino, pimienta negra, canela, cardamomo, nuez moscada, jengibre, pimentón y las que nos gusten más y mezclamos bien con el aceite. Introducimos los trozos de pechuga en esta mezcla y completamos si es necesario con más aceite o especias, para que toda la carne quede cubierta. Dejamos todo marinando y de vez en cuando removemos para que toda la carne quede bien impregnada.
Pasado el tiempo del marinado, vamos a preparar este sabroso y saludable kebab. Cogemos la lechuga o rúcula, la cebolla y el tomate y lo cortamos en trozos o tiras, como prefieras. las hojas de lechuga y las cortamos en trozos o tiras, como prefieras. También podemos añadir otros vegetales que nos gusten y al natural como pimiento verde o rojo, también champiñón, etc.
A parte, preparamos la salsa de yogur del Durum Kebab. La más indicada para este plato es una mezcla de un yogur natural, a ser posible griego, que es más cremoso, al que añadimos dos cucharadas de mayonesa, la podemos elaborar también en casa, un ajo picado, el zumo de medio limón y lo aliñamos con sal, pimienta y una buena regada de aceite de oliva virgen extra Gran Selección Sandúa. Removemos todo y dejamos enfriar hasta la hora de servir.
Ya sólo queda cocinar la carne. Hay que dorarla por todos los lados en la sartén con aceite de oliva virgen extra Gran Selección Sandúa. Una vez hecho esto, cortamos el pollo en rodajas, lo más finas que podamos y las vamos colocando en las tortas de trigo, junto con los vegetales troceados y un par de cucharadas de la salsa que hemos preparado. Es importante que las tortas de trigo las calentemos previamente en el microondas durante varios segundos a potencia máxima o en la plancha, para que no queden demasiado crudas.
Luego enrollamos la tortita con todos sus ingredientes y la podemos comer en un plato con cuchillo o tenedor o bien utilizando una base de servilleta de papel, para poder agarrarla sin ensuciarnos y comerla a modo de bocadillo, como más les gusta a los niños o si estamos de picnic en el campo, por ejemplo.