Aunque en nuestra tierra hayamos conseguido que adquieran un sabor envidiable, la planta, como el resto de las variedades de pimiento existentes, procede de América y fue introducida en España por Colón. Su cultivo se realiza en semillero a finales de invierno, para pasar al campo en mayo. Su recolección va de septiembre a diciembre, sin embargo, gracias a las excelentes conserveras que existen en Navarra, hoy en día, podemos disfrutar de pimientos de piquillo en bote o lata, durante todo el año.
Además, no nos debemos olvidar sus cualidades nutricionales. El color rojo tan característico del pimiento del piquillo se debe a su riqueza en carotenos, y algunos de ellos, como los betacarotenos, pueden transformarse en vitamina A. También, son fuente de vitamina C, nos proporciona el doble que la naranja; y de antioxidantes. Y como ocurre, con las verduras, el pimiento del piquillo es un alimento lleno de fibra soluble y bajo en calorías. Todo ello, lo convierte en un producto muy recomendable para seguir una dieta sana y saludable.
En la cocina, resulta un alimento muy versátil, y utilizarse en diversas recetas de cocina sencillas y sanas, porque puede servirse como entrante, acompañamiento de platos de carne y de pescado, pimientos rellenos de bacalao, carne, etc., y como salsa.
Aquí, os facilitamos la receta más sencilla y fácil de Pimientos del Piquillo Confitados, para degustarlos como acompañamiento o entrante.
Ingredientes para elaborar la receta de pimientos del piquillo confitados:
-Entre 10 y 12 pimientos del piquillo. En temporada, es muy buena opción comprarlos frescos, en tiendas o mercados, ya asados y pelados, para cocinar directamente.
-Varios dientes de ajos
-Aceite de oliva virgen extra Capricho by Sandúa Arbequina
-Sal
-Azúcar
Para cocinar los pimientos del piqullo como manda la tradición, tendremos que hacerlo con una cazuela de barro. Así que cogemos una y le echamos un buen chorro de Capricho by Sandúa Arbequina. Se trata de un aceite de oliva virgen extra de aceituna de Navarra. Un puro zumo de aceituna, fruto del olivar que Sandúa cultiva al sur de Navarra, en Ablitas. Al ser un aceite de oliva de recolección temprana, las cualidades, sabor y aroma con un final dulce y fluido en el paladar son inigualables.
Cuando el aceite esté caliente, pero cuidado, que no humee, lo que significa quemar y estropear el aceite, echamos los dientes de ajo cortados y pelados y dejamos que se doren muy poco, luego colocamos los pimientos sobre la cazuela en círculo, cuidando de no montarlos uno encima del otro, y evitando que se rompan. Ahora los sazonamos con sal.
Dejamos que se vayan cocinando unos ocho minutos a fuego medio-bajo, y pasado este tiempo, echamos dos cucharadas de azúcar, y esperamos que los pimientos del piquillo se vayan caramelizando durante cinco minutos más.
A continuación, añadimos un poco de agua, o el líquido que contenían los pimientos sin son de bote o lata, y dejamos que vaya tomando sabor durante unos 20 minutos más a fuego muy suave. Al cabo de este tiempo, ya estarán listos!
Otra opción más clásica es cocinar los pimientos siguiendo los pasos anteriores, pero obviando el paso del azúcar. Sólo con ajos y aceite de oliva virgen extra de aceituna Navarra, Capricho by Sandúa Arbequina, también resultarán excelentes!
