1. Comprar aceite de oliva “suave” porque creemos que tiene menos calorías.
El aceite de oliva “suave” no es virgen (no es 100% zumo de aceituna), es una mezcla de aceites de oliva refinados y aceites de oliva vírgenes. Su suavidad sólo se refiere al grado de acidez, que es menor que en otros aceites de sabor “intenso” pues lleva una menor cantidad de aceite de oliva virgen; pero esto nada tiene que ver con su poder calórico. Todos los aceites de oliva (vírgenes o no) tienen aproximadamente las mismas calorías, unas 900 por cada 100 gramos.
2. No usar el aceite de oliva virgen extra para cocinar
El aceite de oliva virgen extra (AOVE) es el de mayor calidad, pues sólo contiene zumo de aceituna de calidad superior y menos de un grado de acidez, pero es también el más caro. Por eso lo reservamos para aliñar ensaladas o tomar en crudo en el desayuno. Pero el ahorro no tiene que ver con la conveniencia de usar este aceite para cocinar.
EL AOVE se empieza a quemar en torno a los 200 grados Es cierto que el AOVE se quema a menor temperatura que otros aceites de oliva refinados y no digamos que otros aceites como el de girasol o el de sésamo, pero, si no alcanza esa temperatura, se puede utilizar perfectamente para cocinar
3. Dejar el aceite al lado de los fuegos de la cocina
Es un error muy común, por comodidad, pero puede conseguir que el aceite se eche a perder. El aceite de oliva debe conservarse en un lugar fresco y seco, en el que no dé el sol y no haga excesivo calor. Lo mejor, además, es guardarlo en un recipiente opaco.
4. Usar variedades concretas para empleos inadecuados
El aceite de oliva varía en función del tipo de aceituna del que se ha extraído. Las cuatro principales variedades de aceites son hojiblanca, picual, arbequina y cornicabra. El aceite hojiblanca es fuerte e intenso, perfecto para consumir en crudo, pero poco recomendable para cocinar; el aceite picual, por otro lado, es el mejor para freír o para guisar.
5. Comprar grandes cantidades que no vas a consumir rápido
El aceite de oliva es mucho más económico cuando se compra en garrafas de 5 litros, pero antes debemos pensar cuánto aceite consumimos. Una vez abierto, el aceite debe consumirse en unas 6 semanas. No se pone malo pasado este tiempo, pero a partir de esta fecha empieza a perder parte de sus cualidades.