De esta forma, Sandúa quiere contribuir a la labor humanitaria que cada día se lleva a cabo en esta fundación, dando de comer a personas sin recursos durante todos los días del año. Una labor que cobra más relieve en estas fechas navideñas, en las que la falta de productos básicos para las familias se hace más difícil y triste.
Esta es una acción más, dentro de las diferentes colaboraciones con organizaciones de carácter benéfico que Aceites Sandúa lleva realizando como parte de su política de compromiso y responsabilidad social con los más desfavorecidos.
El Comedor Villa Javier de Tudela comenzó a dar sus primeras comidas en junio de 2016. En cinco meses, esta organización ya había servido 11.500 comidas a 326 personas. Todas ellas personas que cumplen las condiciones de acogida y se encuentran en situación de pobreza severa.
Además de comida, Villa Javier puso en marcha, desde el pasado mes de octubre, otra línea de ayuda social. Algunos servicios, atendidos por profesionales voluntarios, que pueden ayudar en la recuperación personal de este tipo de personas en situación de exclusión social, mejorando su autoestima, situación legal y su formación. “Porque el objetivo último de Villa Javier es, además de proporcionar comida, trabajar por la reinserción social de esas personas” recuerdan desde su web.